


Esa tarde nos esperaba completa, intacta, llena de paseos por agua, aventuras y viejos desquiciados. Antes de entrar a todo eso, la Fuba y yo nos detuvimos a comer. Se pueden ver aca los huevos a la mexicana con frijoles (ella me enseñó que los chiles verdes pican, y que lo rojo es tomate), el menú, y la propia Fuba. Les queda el trabajo a ustedes de identificar quien es quien. Una ayuda: La Fuba tiene cara de violenta sorpresa.